Ilustración Diseño

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20 jun 2015

Auto-VERANO***

Veranéame en los ríos, chapuzones transparentes,
atardece sobre el horizonte de colores infinitos,
revíveme al aire libre y llueve sobre mi pecho 
estrellas compañeras*

Hace ya algunos años pensaba que el verano no era verano si no me bañaba todos los santos días en el río o en la playa... Esa teoría cambió desde que las obligaciones me hicieron ver que el verano sucedía a pesar de ellas, que podían pasar días enteros, llenos de sudores, y mi cuerpo no flotaba en agua fresca.
Ahora atino y creo que el verano es verano, y nos hace revivir, rejuvenecer y nos hace saltar de alegría porque pasamos más tiempo (no flotando en el agua, que cuanto más tiempo sea, mejor) al aire libre, 
en contacto con la naturaleza. 
Ya sea en la playa junto al mar, a la orilla del río, de paseo por veredas, oliendo campo, observando la luna y las estrellas
deseo a todo el hemisferio norte un muy feliz y natural verano***


Cuaderno de viaje ASIA: Tailandia (parte I)

A continuación cuelgo los dibujos que realicé en el cuaderno de viaje de ASIA durante el mes que pasamos en Tailandia.
Llegamos a mediados de septiembre, con todas las ganas e ilusión. Era mi primera visita a un país asiático y la primera etapa de un largo viaje. Íbamos sin preparativos previos, sólo la intención de estar un mes recorriendo el páis y luego volar a Nepal, el próximo destino.

 La llegada a Bangkok me impresionó, por el calor, por el ruido y el ajetreo de la capital.
Probar los primeros platos Tai en el callejón de nuestro hotel, delicioso.
 Al día siguiente de nuestra llegada ya tomamos un autobús que nos llevó al norte.
Encuentro con la selva, con la abundancia verde. Primeros contacto con la tradición y cultura budista en los templos tranquilos de Chiang Mai, curso de cocina tailandesa y recibir masajes, sí!


 Seguimos la ruta hacia más al norte: Pai.
Muchas curvas, más selva, hola monzón*



 Del norte en avión al Phuket, justo para coincidir con el Festival Vegetariano, con sus pros y sus contras. Ajetreo máximo en esta isla. Por mí hubiera huído rápido.
 Llegada a las islas Koh Pi Pi. El paraíso lleno de turistas ruidosos, lleno de nuestras basuras.
 Nos mudamos al otro lado de la isla donde no llega el ruído, pero sí el monzón.

 Travesía hasta la península de Raylay. Bello, pero imposible no sentirte una turista intrusa.
Sentimientos encontrados: agradecimiento por poder disfrutar del viaje y culpabilidad por fomentar la degradación (medioambiental, cultural, social,...)



Ésta ha sido la primera parada, la toma de contacto, los primeros días de convivencia a miles de kilómetros de "casa", fuera de la zona de confort...
Deseo todo lo mejor a Tailandia, fuerza para que sepan proteger la inmensa riqueza natural y cultural que poseen.

El viaje continúa. Próxima parada: NEPAL*